Con la vista sobre el mar,
busca entre las olas una señal,
algo que le ayude a olvidar
la verdad.
Toda una vida de lágrimas.
Cede a la locura y luego calla,
por amor a un día
que jamás volverá.
Cuando la rosa muera
calmará sus ansias en letras vanas,
por amor a un día
que jamás volverá.
jueves, 9 de abril de 2009
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