No quiero dejar un amor, entre las oscuras paredes del olvido. Ni dejar en suspenso, un beso (que nunca ha sido), navegando en sueños.
Persiguiéndome por los pasillos y habitaciones de mi vida, haciendo muros de ladrillos, que intenten encerrarme en la pena;
de no tenerla y saber que no será mía, aunque las estrellas y el sol se alternen; y momentos tras momentos avancen, mientras los sentimientos duelen.
Tampoco quiero, perderla todavía, quiero tenerla, al menos otro día; pero no mas que eso, ya no. Sino su recuerdo, nunca me abandonaría. JAVIER CINACCHI |
miércoles, 8 de abril de 2009
NO QUIERO
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